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La balanza de mi vida.
En el andar de la vida vamos caminando con una balanza sobre los hombros, entre la valentía y el miedo, entre la tristeza y la alegría, entre la felicidad y la infelicidad, entre el amor y el desamor, entre la pérdida y la ganancia etcétera; pero también sé que podemos elegir como equilibrar la balanza para continuar.
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Mis padres también tienen heridas del pasado.
Cuando te das cuenta que los padres también tienen su propia historia, sus heridas emocionales no sanadas y sus propios traumas vividos en infancia, es verlos desde los ojos del corazón encontrando en ellos su verdadera esencia para abrir las puertas de la gratitud y la compasión.
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Aligerando mi maleta de viaje por ¡LA VIDA!
Ahora más que nunca podría ser el momento para revisar que experiencias y emociones hemos venido cargando en la maleta de viaje que no ha permitido que disfrutar del camino y vivir el presente con curiosidad y gratitud.