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El perdón no es una moda
Seguramente has escuchado muchas veces “perdona para ser feliz”, “perdona y no guardes rencor”, pero por más que lo intentas sigues atrapada en las emociones generando grandes vacíos, dolor y sufrimiento interno. El perdón comienza por uno mismo, pues la única persona que se está tomando el veneno que se instala en las células del cuerpo eres tú, con las pequeñas o grandes dosis de enojo, coraje y resentimiento entre otras emociones.
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La raíz del problema
¿Alguna vez has sentido que lo que haces no es suficiente? ¿Siempre quieres llegar a la excelencia? La sensación de sentir que nunca haces las cosas lo suficientemente bien en tu trabajo, en las relaciones de pareja, como hij@, o bien en el rol de padre/madre, incluso en tus pasatiempos favoritos, se vuelve una preocupación constante que llega a frustrar las relaciones más próximas y ante cualquier desafío que la vida presenta puede ser una ocasión para dudar de sí mism@ o para autocriticarse.
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El estrés “bueno” ó “malo”
¿Alguna vez has experimentado cierta cantidad de estrés en tu vida cotidiana? Yo podría decirte que muchas veces he experimentado estrés en mi vida cotidiana, y las consecuencias no han sido nada agradables, por eso te comparto esta valiosa información deseando que sea de tu utilidad.
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Hábito que produce sufrimiento: Fobias.
Un miedo irracional es la fobia y llega a limitar muchas de las veces para transitar por la vida de una manera cotidiana por así mencionarlo, para quienes la padecen sus reacciones llegan a desproporcionarse y son persistentes. Se produce ante una situación, persona u objeto. Su reacción surge de inmediato cuando la persona se encuentra ante aquello que lo provoca y también se puede producir previo a ello.
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Los colores ayudan a alcanzar su máximo potencial.
Hay colores específicos que nos ayudan a desarrollar una mayor conciencia personal. Algunos expertos basados en investigaciones dicen que en la tierra desarrollamos, habilidades, talentos e impulsos naturales que corresponden a las diferentes frecuencias de vibración, relacionadas con los colores que tienen las esferas que rodean al planeta, tan bien son conocidas como los siete rayos, que se proyectan al plano físico a través de los siete chakras mayores del ser humano. Estos siete rayos o esferas de color se acompañan de tonos musicales, fragancias y talentos naturales.
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Sanando generaciones con mis acciones.
Acciones que se repiten y pueden llevarte a sentir frustración, un desempeño escolar bajo, no tener una convivencia sana con hermanos o padres, el deseo de golpear a sus hermana (o) o padres, vivir con miedo de repetir lo mismo cuando ellos tenga una pareja o formen una familia, y que por eso prefieren no adquirir compromisos, no tener hijos, cuesta trabajo emprender o tomar decisiones en su vida adulta, todo debido a las huellas o heridas de dolor no sanadas que surgieron en casa, con sus padres, familiares que se quedaron a cargo del cuidado de los niños o jóvenes o en su caso tutores.
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¡Ser mejor que el resto del mundo no es una etiqueta que se deba ganar!
No podemos vivir el atardecer de la vida con el mismo programa, pues lo que en la mañana era mucho, en el atardecer será poco y lo que en la mañana era verdadero en la tarde será falso. Wayne Dayer
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Vivir desde la inspiración
Uno de mis propósitos en la vida es poder terminar este viaje con amor y gratitud. Para alcanzarlo es necesario ser responsables de generar momento a momento acciones que me lleven a vivir y generar este estado.
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Mi personalidad me acompañará hasta la eternidad.
¡Somos lo que somos! Ojalá yo pudiera decir que una vez que la carcasa del cuerpo muere dejamos atrás todas nuestras cargas y dificultades terrenales, pero eso no sucede. No cambiamos nuestra personalidad no perdemos lo recuerdos de nuestro viaje por la tierra cuando realizamos el trayecto hacia el más allá. Todo está grabado en nuestra alma y en nuestro espíritu. (Kristy Robinett, La maravillosa vida después de la muerte. 2017)
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Tiempo Fuera
Toda mi vida era un conflicto, elegir, generar y decidir, me causaba dolor de cabeza solo de pensar, nunca encontraba la respuesta correcta, ni lugar, ni personas con las que me pudiera llevarme “bien”. Todo lo debía hacer yo porque si no las cosas no estaban bien hechas. El conflicto me comenzó a generar frustración, mis enojos eran más constantes, el miedo al futuro estaba más presente y no me permitía vivir, pues la enfermedades se hacían presentes y mi cuerpo necesitaba gritarlo ya no podía sostenerme más.